La emoción

Hola!
Siento haberme saltado la entrada del viernes y casi me salto también la del lunes. Los últimos acontecimientos que deduciréis de la foto hicieron que la semana pasada en casa de mis padres dónde llevábamos cómodamente instalados los 7 desde hacía dos meses ( el patriarca viajaba entre semana y nos reuníamos el fin de semana, así que a ratos 7 y a ratos 8)  me fuera imposible actualizar….mi hermano pequeño se casó este sábado y con una gran emoción disfrutamos todos muchísimo de este día tan especial.
Fue una semana de nervios, todo tenía que estar listo y mi madre tan detallista aprovechó hasta el último momento para poner en todo su «toque personal»…la pobre casi no llega al evento del agotamiento ;-)). Para mí, un momento crucial fue cuando estaban ya todos listos para salir y me di cuenta de que en 10 minutos yo, que parecía la cenicienta tenía que adecentarme en un tiempo record. Empecé con tiempo, lo tenía todo preparado. Los conjuntos de los chicos preparados en sendas perchas, con los calcetines y mocasines al lado. Los vestidos de las niñas mayores y de Nicolás de arras, recién planchados, con las manoletinas, la coronita, el pelo perfecto hasta arriba de agua de peinado de Mercadona ( maravillosa y 3,5 euros!).

La pequeñita durmiendo la siesta a pierna suelta hasta tal punto que pude cambiarla completamente sin que se despertara. Y empecé a ducharlos y vestirlos dos horas antes. Pues nada, no se puede prever. Hasta el último momento repasé todos los detalles, las arras, los anillos, tenéis que entrar juntitos, sonrientes, Nicolás no se corre, no se juega con las flores, no se canta cuando toquen el órgano…y así llegó el momento de salir y yo todavía en vestidillo de verano y alpargatas. Os imaginaréis que logré ducha, vestido, un poco de maquillaje, clutch ( como me gusta llamar así al bolsito pequeño…parezco una egoblogger ;-)) y sandalias en tiempo record y a correr que los 32 grados que hacían no eran nada.

Una vez allí todo salió rodado, los niños parecieron educados, los mayores hicieron de monaguillos lo mejor que pudieron, Nicolás hizo la croqueta en la alfombra pero nos felicitaron a los orgullosos padres por el comportamiento ejemplar de los sobrinos del contrayente. Desde luego, hay ocasiones en las que ves algunos frutos de taaaanta insistencia en la importancia de la educación…no obstante, en el baile se desmelenaron aunque con la suerte de que muchos invitados de los que nos habían felicitado ya se habían ido.
Tras este desahogo por la emoción contenida desde el sábado, os informo de un descubrimiento aunque me imagino que para la mayoría ya es un poco tarde. Con el viaje me he encontrado hoy con unos 50 libros para forrar a partir de las 11 de la noche que era el momento en el que todos descansaban. Una amable dependienta del centro comercial esta mañana me ha informado de unos forros pre-cortados que podían ser de utilidad. He comprado 15 para probar y mi ironfix de siempre porsi. Pues, hoy esos 15 forros me han salvado la vida.Se tarda 1 minuto en forrar el libro, no es adhesivo, es plástico resistente y se ajusta perfectamente con solapas.

La pega es que creo que es caro, 5 euros el sobre para 5 libros, pero os aseguro que para mí hoy no ha habido dinero mejor invertido. He forrado los 15 más importantes y mañana iré a por más para otros 15. El resto con lo de toda la vida que tampoco estamos para excesos. Os pongo la foto y ya os digo, imagino que llego tarde con la recomendación pero ha sido mi alivio a la nochecita que me esperaba.
El miércoles no soltaré rollo y pondré fotos de cosas nuevas que hemos hecho esta semana.
Hasta entonces!

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